Puede que esta entrada llegue con algo de retraso, pero aquí está... también es muy bonico ( y algo melancólico), escribir esta entrada años después y recordar aquellos días y paisajes...
Octubre de 2013. Procedentes de Puerto Varas, y tras cruzar el canal de Chacao, Chiloé nos recibió con un magnífico y soleado día... teníamos 3 meses por delante para descubrir este archipiélago...
El arcipiélago de Chiloé está formado por la Isla Grande de Chiloé, la mayor y más importante, y unas 40 islas pequeñitas rodeando a la Isla Grande, principalmente en la zona oriental.
Nuestro objetivo era dirigirnos a la costa occidental de la isla grande, a una de las pocas poblaciones en ese lado de la isla: Cucao y Chanquín, donde está el Parque Nacional Chiloé, y donde viviríamos durante nuestra estancia.
Después de venir viajando por la cordillera, la imagen que ofrece Chiloé es un paisaje humanizado, de relieves suaves, con pastos y animales, pequeñas casitas de madera e iglesias de madera de Alerce y de colores, una costa oriental marcada por innumerables fiordos y vistas a la cordillera de Los Andes, bahías con barcos, lagos escondidos, y la visión de la cordillera de la costa hacia el lado oeste. Habrá que investigarla...
Puerto de Castro |
Iglesia de Castro |
Palafitos de Castro |
Cucao.
Un pueblo pequeñito a orillas del Lago Cucao y frente a la impresionante costa occidental de la isla, sin fiordos, que dejan ver en todo su esplendor al bravo Pacífico. Puerta de entrada al Parque Nacional Chiloé...
Lago Cucao |
Cuca |
El Tepual |
Entre los paisajes más característicos del Parque nacional, están el Tepual, un denso bosque de Tepú ( un árbol típico de la isla), donde paseando se puede oir el canto del Chucao, un precioso pajarito que vive por allí. O el camino de Rancho Grande, con unos curiosos humedales de altura, hábitat del esquivo Zorro Chilote...
Frente a Cucao tenemos una larga playa, azotada por el océano, en la que desembocan varios ríos (oscuros a causa de la vegetación de los bosques de la isla), y donde las poblaciones locales ( muchos de la etnia Huiliche) recolectan mariscos ( machas, almejas...) y algas ( cochayuyo). Incluso a varios kilómetros de la costa, se puede oir el estruendo del oleaje del Pacífico al llegar a la costa...
Siguendo hacia la derecha esa larga playa, y atravesando unos acantilados, llegamos a la escondida playa Cole-Cole ( en el Parque Nacional) , rodeada de densos y antiguos bosques
Playa Cole-Cole |
Bosque de Arrayanes |
Pasarela sobre el Río Cole-Cole |
Si la playa de Cucao la continuamos hacia la izquierda, volvemos a encontrar acantilados, y llegamos a un sitio realmente espectacular: la Punta Pirulil. Con una colonia de lobos marinos y cormoranes, y una curiosa pasarela, el" balseo de las almas ", que acaba en el vacío. Cuenta la leyenda ( una de tantas leyendas chilotas), que las almas de los muertos acuden a esta pasarela a llamar al barquero que llevará su alma al más allá...
Un poco más al norte en la isla, encontramos otro sector del parque : Abtao. El el sector mas solitario y alejado de la civilización del parque. Existe un solo sendero, que atraviesta toda la cordillera de la costa para llegar a la playa Abtao, atravesando innumerables colinas, bosques densos, y antiguos alerzales...
Al norte de la isla, encontramos el Monumento Natural Islotes de Puñihuil, con las colonias de pingúino de Humboldt y Magallanes
La estancia en la Isla Grande de Chiloé fue toda una experiencia. Vivir "lejos" de casi todo, en medio de un Parque Nacional, a orillas del Lago Cucao. Despertarse por la noche con el sonido del Pacífico. Descubrir sus densos bosques ,con sus Huillines, Pudús y otros bichos. Salir a pajarear y descubrir bichos que nunca habíamos visto. Conocer gente que nos alegró la estancia y nos hizo sentir en familia...
Fue muy bonito, pero también partimos con ganas de seguir descubriendo Chile, y lanzarnos a la Carretera Austral...
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