domingo, 6 de septiembre de 2015

LA CARRETERA AUSTRAL


Y pocos días antes de fin de año de 2013 nos embarcamos en la siguiente fase de nuestro viaje. Nos embarcamos literalmente, ya que tomamos un ferry que nos llevará, en unas 34 horas, de Quellón ( una ciudad portuaria al sur de Chiloé), hasta Puerto Chacabuco, en la Region de Aysén de la Patagonia Chilena. El trayecto es de las experiencias más memorables del viaje. Atravesamos fiordos, paisajes remotos, pueblos aislados a los que solo se llega por mar. El paisajes es increible: el océano de un color azul, gris, negro profundo. Montañas enormes, cascadas brutales, glaciares, la niebla, los rayos de sol que se cuelan entre las nubes, los petreles y pardelas....



Puerto Gala


Desembarcamos en Puerto Chacabuco, y de ahí nos dirigimos a Coihaique. A mitad de camino nos encontramos la Reserva Nacional Río Simpson...
Río Simpson











En Coihaique recibimos el 2014, en casa de la señora Rina, que nos acoge como a dos miembros más de su familia. Empezamos a disfrutar de los bosques de Lengas de la patagonia





Y seguimos la marcha. Llegó el momento del primer gran trekking: el espectacular macizo de Cerro Castillo nos espera...






Huemul

Seguimos la carretera Austral hacia el Sur. Paramos en Puerto Río Tranquilo, a orillas del impresionante Lago General Carrera, de aguas turquesas, olas más grandes que las del Mediterráneo, y flanqueado de montañas nevadas... pegado a los campos de hielo norte....

Lago General Carrera
Y encontramos la joya de la región: las cuevas de mármol




Y continuamos hacia el sur, próxima parada Cochrane, para visitar la Reserva Nacional Tamango



Y aún queda carretera. En Cochrane tenemos 2 opciones: o cruzar a Argentina, entrar en la pampa y dirigirnos al famoso " El Chaltén", por un trayecto seguro y fiable o... hay otra opción más incierta... seguir la Carretera Austral hasta el final, e intentar cruzar la frontera  a pie hasta El Chaltén... después de meditarlo, no podemos resistirnos, queremos seguir un poco más en la carretera que nos tiene fascinados... y ya veremos que pasa... fue una del las decisiones más acertadas del viaje.



Y llegamos a la increíble Villa O´Higgins, final de la Carretera Austral ( que llegó aquí hace tan solo 15 años). Podemos afirmar que estamos lejos de todo y en pleno paraíso natural. 3 días pasamos aquí, esperando el barco que nos llevase a la otra orilla del lago O´Higgins para continuar nuestro camino. 3 días en uno de los sitios más maravillosos del viaje, en el agradable Eco camping Tsonek, disfrutando del fin del mundo...




Y llegamos al final de nuestra querida Carretera Austral, con una mezcla de pena e ilusión por saber que habrá después... La carretera, a parte de espectaculares paisajes, nos ha dejado llenos de buenas sensaciones y encuentros. La gente que te vas encontrando en uno y otro sito, los encuentros casuales con grandes personajes llenos de historias que contar, la sensación de estar en un lugar único... Pensar como vive la gente en esas zonas, conocer la historia de este territorio, y leer sobre los "pioneros", ponerse en su piel...y dejar volar la imaginación.




La Carretera Austral, sin duda, nos ha marcado.





Y empezamos la travesía. Primero nos embarcamos en "La Quetru", para atravesar uno de los brazos del salvaje lago O´Higgins, y desembarcar en Candelario Mansilla, desde donde, en dos jornadas a pie, debemos llegar a El Chaltén.








Dejamos nuestro querido Chile... de momento...
Y llegamos a Argentina.



Y al final del Lago del Desierto, tras dos jornadas caminando, llegaremos por fin al mítico El Chaltén ... pero esa es otra historia...

viernes, 17 de julio de 2015

CHILOÉ


Puede que esta entrada llegue con algo de retraso, pero aquí está... también es muy bonico ( y algo melancólico), escribir esta entrada años después y recordar aquellos días y paisajes...

Octubre de 2013. Procedentes de Puerto Varas, y tras cruzar el canal de Chacao, Chiloé nos recibió con un magnífico y soleado día... teníamos 3 meses por delante para descubrir este archipiélago...

El arcipiélago de Chiloé está formado por la Isla Grande de Chiloé, la mayor y más importante, y unas 40 islas pequeñitas rodeando a la Isla Grande, principalmente en la zona oriental.

Nuestro objetivo era dirigirnos a la costa occidental de la isla grande, a una de las pocas poblaciones en ese lado de la isla: Cucao y Chanquín, donde está el Parque Nacional Chiloé, y donde viviríamos durante nuestra estancia.

Después de venir viajando por la cordillera, la imagen que ofrece Chiloé es un paisaje humanizado, de relieves suaves, con pastos y animales, pequeñas casitas de madera e iglesias de madera de Alerce y de colores, una costa oriental marcada por innumerables fiordos y vistas a la cordillera de Los Andes, bahías con barcos, lagos escondidos, y la visión de la cordillera de la costa hacia el lado oeste. Habrá que investigarla...




Costa oriental, los Andes al fondo


La capital de la isla es Castro, con sus palafitos de colores, para alegrar la vida con tanta lluvia. El puerto de Castro es un importante punto de encuentro y comercio de habitantes de otras islas más pequeñas.
Puerto de Castro
Iglesia de Castro

Palafitos de Castro


En el resto de islas del archipiélago que pudimos visitar, encontramos puertos, playas escondidas, iglesias de colores...









Cucao.
Un pueblo pequeñito a orillas del Lago Cucao y frente a la impresionante costa occidental de la isla, sin fiordos, que dejan ver en todo su esplendor al bravo Pacífico. Puerta de entrada al Parque Nacional Chiloé...

Lago Cucao
Cuca







El Tepual

Entre los paisajes más característicos del Parque nacional, están el Tepual, un denso bosque de Tepú ( un árbol típico de la isla), donde paseando se puede oir el canto del Chucao, un precioso pajarito que vive por allí. O el camino de Rancho Grande, con unos curiosos humedales de altura, hábitat del esquivo Zorro Chilote...












Frente a Cucao tenemos una larga playa, azotada por el océano, en la que desembocan varios ríos (oscuros a causa de la vegetación de los bosques de la isla), y donde las poblaciones locales ( muchos de la etnia Huiliche) recolectan mariscos ( machas, almejas...) y algas ( cochayuyo). Incluso a varios kilómetros de la costa, se puede oir el estruendo del oleaje del Pacífico al llegar a la costa...






Siguendo hacia la derecha esa larga playa, y atravesando unos acantilados, llegamos a la escondida playa Cole-Cole ( en el Parque Nacional) , rodeada de densos y antiguos bosques

Playa Cole-Cole

Bosque de Arrayanes


Pasarela sobre el Río Cole-Cole

Si la playa de Cucao la continuamos hacia la izquierda, volvemos a encontrar acantilados, y llegamos a un sitio realmente espectacular: la Punta Pirulil. Con una colonia de lobos marinos y cormoranes, y una curiosa pasarela, el" balseo de las almas ", que acaba en el vacío. Cuenta la leyenda ( una de tantas leyendas chilotas), que las almas de los muertos acuden a esta pasarela a llamar al barquero que llevará su alma al más allá...







Un poco más al norte en la isla, encontramos otro sector del parque : Abtao. El el sector mas solitario y alejado de la civilización del parque. Existe un solo sendero, que atraviesta toda la cordillera de la costa para llegar a la playa Abtao, atravesando innumerables colinas, bosques densos, y antiguos alerzales...





Al norte de la isla, encontramos el Monumento Natural Islotes de Puñihuil, con las colonias de pingúino de Humboldt y Magallanes





La estancia en la Isla Grande de Chiloé fue toda una experiencia. Vivir "lejos" de casi todo, en medio de un Parque Nacional, a orillas del Lago Cucao. Despertarse por la noche con el sonido del Pacífico. Descubrir sus densos bosques ,con sus Huillines, Pudús y otros bichos. Salir a pajarear y descubrir bichos que nunca habíamos visto. Conocer gente que nos alegró la estancia y nos hizo sentir en familia...

Fue muy bonito, pero también partimos con ganas de seguir descubriendo Chile, y lanzarnos a la Carretera Austral...